Presentación

ELIS -Ήλις en griego antiguo- es el nombre de una ciudad de la antigua Grecia, hoy en ruinas, situada a unos cincuenta kilómetros de Olimpia y que tuvo un protagonismo principal en la celebración de los Juegos Olímpicos del país heleno. En esta ciudad se reunían diez meses antes de la celebración de los JJ.OO. unos de los principales protagonistas de los eventos: los jueces (Helanódicas), que eran adiestrados en su cometido, que además de arbitrar las competiciones, consistía en entregar los premios a los vencedores y de supervisar el entrenamiento de los atletas en los gimnasios, evaluando además del rendimiento deportivo, su conducta y su moralidad. Los mejores deportistas eran seleccionados para la participación en los Juegos, a los que se dirigían dos días antes, recorriendo a pie la distancia que les separaba del recinto sagrado de Olimpia.

 

Siendo la ciudad de ELIS el antecedente más importante de las actuales Escuelas Deportivas, el nombre se nos antoja idóneo para bautizar a nuestro proyecto deportivo.

 

Ruinas de la acrópolis de Elis

Los Juegos Olímpicos de la Antigüedad

Dentro de los diversos Juegos que constituían la manifestación cultural de la antigua Grecia, destacaron los celebrados en Olimpia. De carácter sagrado, en su momento se celebraban treguas para que ningún acontecimiento exterior pudiera perturbar su desarrollo. Se celebraban cada cuatro años y en principio eran únicamente para ciudadanos griegos, abriéndose su participación en los últimos tiempos para ciudadanos de otros estados.

 

Aunque según la tradición, se iniciaron en el siglo XIV a.C., existe constancia documentada desde el año 776 a.C., fecha en la que fueron reformados y a partir de la cual los griegos tomaron como punto de partida para contar el transcurso del tiempo en periodos de cuatro años entre Juegos, llamados Olimpiadas.

 

En los primeros tiempos, los Juegos constaban de pocas pruebas, siendo la más importante la carrera de un “estadio” (192 metros) y posteriormente se ampliarían con otras pruebas: diferentes tipos de lucha, carreras (de caballos, de carros…), saltos, lanzamientos, etc.

 

Aunque es conocida la circunstancia de que sólo los atletas masculinos podían participar en estos Juegos, es bastante ignorado que existían también los “Juegos Hereos”, reservados exclusivamente a mujeres, y que se celebraban en Olimpia cada cinco años.

 

La duración de los Juegos Olímpicos era de unos cinco días, y finalizaban con la proclamación de los vencedores, cuyo único premio material era una corona de olivo, pero que gozarían de fama y renombre en toda la patria griega.

 

Constituiría un error suponer que los Juegos Olímpicos eran solo una manifestación deportiva, pues los griegos, amantes del arte y la belleza, no podían dejar de lado también las manifestaciones culturales y artísticas, y en el transcurso de los diferentes “Juegos” que poblaban la superficie helénica, los más grandes artistas del mundo griego dieron al mundo las inmortales obras que hoy constituyen nuestro legado cultural. Artistas de todo tipo (escultores, músicos, literatos) tenían ocasión de mostrar su talento, siendo un ejemplo de esto, las tragedias de Eurípides, Sófocles o Esquilo.

 

En el año 394 de nuestra era, después de una época en que degeneraron y mostraron una cierta decadencia, fueron abolidos por un decreto del emperador romano Teodosio.

 

La antorcha olímpica

Los Juegos Olímpicos de la Era Moderna

El espíritu de los “Juegos” de la antigua Grecia, no quedó en el olvido. La patria Europea, consciente del legado cultural de sus antepasados, conservó en su memoria la celebración de estos certámenes. Una prueba de ello es por ejemplo la constitución de los “Juegos florales”, que desde el año 1323 se desarrollaron en Toulouse (Francia) y que a semejanza de los juegos griegos, premiaban las composiciones poéticas dignas de pasar a la historia por su elevada belleza o mérito. Estos juegos, que se consideran la sociedad literaria más antigua de Europa, tuvieron gran fama en otros estados, y así también se celebran desde el siglo XIV (aunque con algunas interrupciones) en los territorios de Cataluña. Ganadores de estos certámenes han sido por ejemplo: Voltaire, Chateaubriand o Victor Hugo en Francia, y Angel Guimerá o Cinto Verdaguer, en Cataluña.

 

El 25 de noviembre de 1892, el francés Pierre de Coubertin, hizo público su deseo de restaurar los Juegos Olímpicos, con la finalidad de ofrecer a todas las naciones que quisieran acogerse al proyecto, la posibilidad de estrechar lazos de amistad mediante la noble práctica del deporte. Con anterioridad se habían hecho otros intentos similares, aunque todos fracasaron. El esfuerzo y el entusiasmo del barón francés consiguieron en esta ocasión vencer todas las dificultades de un proyecto de esta índole y en 1896, en la ciudad de Atenas, se reinstauraron, después de 1502 años de pausa, la que constituye la mayor manifestación deportiva de la historia.

 

Con algunas diferencias con respecto al carácter de los Juegos Olímpicos de la antigüedad, entre las que se pueden destacar la supresión del carácter sagrado y la libre participación de todos los pueblos, (aunque lamentablemente hay que destacar que en algunas ocasiones -tras la I y II guerra mundiales-, se prohibió la participación a los países perdedores de la contienda), éstos se han ido desarrollando desde entonces con las únicas interrupciones de las dos grandes guerras.

 

También hay que mencionar dos circunstancias extraordinarias, la primera es que al principio de esta restauración, existían unos Juegos Mundiales exclusivamente femeninos, que se celebraron hasta el año 1934 en Londres, pero al ser admitida de manera generalizada la participación de las mujeres en los Juegos Olímpicos, aquellos fueron definitivamente suprimidos. La segunda es que a partir del año 1924, debido al aumento de los deportes que constituían los Juegos, se celebran también cada cuatro años, pero en época invernal, los denominados “Juegos Olímpicos de Invierno”.

 

A día de hoy, la celebración de los Juegos Olímpicos es multitudinariamente seguida por deportistas y espectadores de todo el planeta, y, a nuestro juicio, es una oportunidad que debería revalorizarse, para tal y como proclamaba el barón de Coubertin en su intento de utilizar el deporte para ayudar a la perfección espiritual: «Lo más importante de los Juegos Olímpicos no es ganar sino competir, así como lo más importante en la vida no es el triunfo sino el esfuerzo. Lo esencial no es haber vencido sino haber luchado bien» y quizás sería también deseable, que a imitación de la antigua Grecia, los premios consistieran sólo en una corona de olivo y en la fama de los atletas, y se dejase en un segundo plano la importancia desmesurada, que como el gran mal de nuestro tiempo, tiene la economía y el dinero, y los multimillonarios gastos que sobre todo los países organizadores consumen en diferentes ceremonias y en actividades extradeportivas.

 

Mientras tanto… “Citius, altius, fortius” (más rápido, más alto, más fuerte)

 

Sello francés conmemorativo de los JJ.OO.

El deporte del Tiro Olímpico

El Tiro Olímpico estuvo integrado en las únicas 9 modalidades deportivas que formaron parte de los I JJ.OO. de la Era Moderna. Dentro del Tiro hubo cinco eventos: dos de Rifle y tres de Pistola. Y dentro de los de Pistola ya se encontraban el germen de las modalidades más representativas de nuestro deporte: La Pistola a 50 metros y la Pistola de “tiro rápido” a 25 metros.

 

Existen tres disciplinas genéricas de armas olímpicas: Pistola, Carabina y Escopeta. Dentro de las modalidades de Pistola, encontramos 5 que son olímpicas en la actualidad:

 

-              Pistola de Aire a 10 m. (Hombres).

-              Pistola de Aire a 10 m. (Mujeres).

-              Pistola de Aire a 10 m. (Equipos MIxtos)

-              Pistola 25 m. (Hombres) (Rapid Fire)

-              Pistola 25 m (Mujeres) (Sport)

 

A lo largo de la historia, 34 deportistas españoles han sido olímpicos en modalidades de Pistola, habiendo participado en 19 ediciones de los JJ.OO. y conseguido para España 6 diplomas (concedidos en una competición a los ocho primeros clasificados en un deporte) y una medalla de plata obtenida por Ángel León en “Pistola Libre” en Helsinki’ 52.

 

El Tiro Olímpico, como todos los deportes, no se limita solamente a los JJ.OO. sino que existen otros torneos como Campeonatos y Copas del Mundo, Campeonatos de Europa o Juegos del Mediterráneo, donde los deportistas españoles han conseguido grandes triunfos.

 

Deportistas destacados a nivel internacional en Tiro con Pistola han sido:

(Entre paréntesis, participaciones olímpicas):

 

- José González Delgado, (Los Angeles’ 32)

- Angel León Gozalo, (Londres’ 48, Helsinki’ 52 y Roma’ 60)

 Luis Palomo Pujol, (Londres’ 48, Roma’ 60)

-  Emilio Alava Sauto, (Helsinki’ 52)

-  Jaime González Chas (México’ 68, Munich’ 72, Montreal’ 76 y Moscú’ 80)

- Juan Seguí Picornell, (Montreal’ 76, Moscú’ 80, Los Angeles’ 84, Seul’ 88 y               Barcelona’ 92)

- Eva Suárez García, (Seul’ 88 y Barcelona’ 92)

- Alberto Areces Fernández, (Barcelona’ 92)

- Francisco Sanz Cancio, (Barcelona’ 92)

- Pilar Fernández Julián. (Barcelona’ 92, Atlanta’ 96, Sydney’ 00, Atenas’ 04 y             Pekín’ 08)

- José Antonio Colado Castro, (Atenas’ 04)

- Isidro Lorenzo González, (Atenas’ 04)

- Sonia Franquet Calvente: (Pekin’ 08, Londres’ 12 y Rio' 16)

- Jorge Llames Gutiérrez: (Londres’ 12 y Rio' 16)

- Pablo Carrera Vázquez: (Londres’ 12 y Rio' 16)